No es una coincidencia que el Invierno Nuclear (el oscurecimiento de la Tierra durante las 24 horas del día menos una, cuando hay luz solar) haya creado un ambiente casi perfecto para los vampiros. Ellos han ganado, tienen el control del planeta y los humanos han sido finalmente dominados, encerrados en vastos campos de concentración por el mundo donde, criados como vacas, ovejas o cerdos, son alimentados y “cosechados” para el mantenimiento y placer del Master.

Una red desorganizada de humanos libres, constituida por gente común, entre ellos Eph, Zack, Vassily y Gus, continúa una desesperada resistencia, interrumpiendo el devastador nuevo orden del mundo y batallando contra los Señores Vampiros en todas las ocasiones posibles. Para ganar, tienen que confiar en la intervención de una inesperada raza de seres (quienes otorgan un nuevo sentido a la frase “ángeles y ministros de la gracia defiéndannos”) quienes organizan a los humanos para la última batalla, la que recupere y rehabilite el planeta para toda la humanidad.

Se juega con los sobrevivientes como si fueran peones en un juego del Bien y el Mal que tiene sus orígenes en los tiempos Bíblicos, y que requiere del sacrificio final de todos los implicados.

Esta saga empezó muy bien y para mi terminó muy bien.

El libro comienza dos años después de donde termina Oscura, una series de explosiones nucleares oscurecieron la Tierra, y solo hay dos horas de sol, el mundo perfecto para que los vampiros gobiernen, El amo tiene a todos humanos y vampiros bajo su poder. El mundo nunca se pareció tanto a lo que fue la segunda guerra mundial, con campos de concentración y crianza donde los humanos serán el ganado, fuente de producción, la mano de obra para que la supervivencia vampirica. Pero no todos los humanos han sido dominados por el amo, todavía quedan unos pocos que luchas por su libertad: Ephaim, Nora, Vasili, Gus (mexicano, por cierto), Quinlan el hijo mestizo del amo y Fet.

Los vampiros es de lo temas más usados y últimamente destrozados en la literatura, pero Guillermo del Toro y Chuck Hogan lo has reivindicado con esta saga, haciéndolos personajes dignos de nuestras pesadillas, no son sensuales y no se dedica a ahuyenta/conquistar chicas, son aterradores con aguijones que succionan sangre, horribles y crueles. 

La novela empieza un poco lenta pero poco a poco sin darme cuenta fue tomando ritmo, la leí súper rapidísimo, esos dos hombres supieron como mantener pegada a las páginas de Eterna. Una trama excelentemente bien construida, personajes geniales y reales, terror y desesperanza por doquier.

Libro que les recomiendo bastante, no lo considero de lectura muy ligera pero si llena de acción, un desenlace estupendo con buenas dosis crudeza, ¿quieren leer algo bueno de vampiros? pues es es su saga.