Los 100 o como desgraciar una buena idea:

¿No les ha pasado que esperan muchísimo de un libro y este se encarga por si mismo de despedazar cualquier expectativa, pero para mal? Pues Los 100 cumple con ese objetivo perfectamente.

 Cuando supe de el por primera vez fue irremediable sentirme atraída, sonaba demasiado bueno para dejarlo pasar, recientemente tuve oportunidad de sentarme a leerlo y me lleve una desagradable sorpresa, esa temática de Space Opera que venia saboreando desde la sinopsis termino pareciendo un fanfic mal hecho (sin ofender a las personas que hacen esto, hay por el contrario fanfics que son igual de bueno o incluso superiores al original) por una persona que solo quería ver a los personajes besándose, teniendo conflictos forzados para dar "trama", flashbacks explicando como terminaron donde están parados y sobretodo romances fugaces entre personas que llevan unas horas conociéndose (si Bellamy te hablo a tí).

Los 100 va de un grupo de cien personas (no ¿en serio?) que serán enviadas a la Tierra para ver si es habitable, ofreciéndoles así una segunda oportunidad para redimirse con la sociedad ya que supuestamente son delincuentes juveniles en la estación espacial que habitan los últimos seres humanos (para variar, nos cargamos la Tierra volviéndola inhabitable por culpa de la radiación) y digo, supuestamente, porque empiezan a condenar gente brincándose los protocolos que normalmente se siguen solo para deshacerse de cuanta gente sea posible, esto tiene otro motivo pero entonces estaría adelantando demasiado de la "trama". Así terminamos leyendo la historia desde la perspectiva de Clark, Wells, Bellamy y Glass (esta ultima desde la estación espacial, los otros tres desde la tierra).

Aunque voy a reconocer que Kass Morgan tuvo un poderoso acierto al describir lo impresionante que son las cosas que ocurren a nuestro alrededor pero que como lo vemos todos los días tal vez no le ponemos la atención que merece. Algo tan simple como un atardecer, el cielo estrellado, un bosque lleno de todo tipo de flora y fauna, el sabor de una manzana, puede volverse una experiencia sobrecogedora cuando te pones a pensar que es algo que esa generación de adolescentes no tuvo oportunidad de considerar "rutinario".

Creo que el fallo de este libro radica en su extensión, si quería manejar la perspectiva de al menos cuatro personajes (y eso sin resaltar que Clark y Wells son prácticamente lo mismo) debería haberse extendido no solo en las relaciones de los personajes, si no en profundizar su concepto de exploración terrestre y en el juego de poderes que se desarrolla en la estación, pero esa es solo mi muy humilde e inexperta opinión.

Y eso sin tocar el hecho de que aún no termino de asimilar si uno de los personajes entendió la magnitud de la barbaridad que hizo  solo por intentar enmendar un error, algunos lo encontraran romántico pero para mi raya en lo absurdo. En fin vamos a ver si se levanta en la segunda parte, de la que si la escuela me lo permite, les traeré la reseña la próxima semana.