Aysel tiene 16 años y le faltan motivos para seguir adelante. En un pequeño pueblo donde ser diferente está mal visto, ella carga con el peso de tener un nombre y un aspecto extranjeros y con el estigma del terrible crimen que su padre cometió. Sin amigos y con una familia que le rehúye, Aysel siente que su corazón es un agujero negro y que algo en su interior devora todos sus sentimientos.

Si bien,  la historia se enfoca más en explicar los porque y no los cómo, no deja de ser importante que se empiece a romper el tabú  que rodea este tipo de padecimientos, donde incluso la idea de ir a ver un especialista resulta tediosa o algo de lo que avergonzarse (y a ver si de paso deja de haber tanto adolescente que se inventa cualquier cosa para llamar la atención sin entender el alcance que esto de verdad tiene en la vida de una persona) y que se dirija a un publico donde es importante tocar el tema de manera que se interesen por ello aquellos que no padecen de esta condición.

Es importante mencionar porque Roman y Aysel se conocen, es gracias a un foro de personas que buscan un compañero para suicidarse, donde entran en contacto gracias a algo así como un anuncio de "se busca" con un tinte macabro, donde cumplen con los requerimientos para verse en persona.  Y si, puede parecer una broma pero no lo es.  Aun así pese a que toca de manera ligera parte del proceso que es vivir con depresión, insisto en que es algo bueno ver que se toca el tema incitando a la gente a informarse un poco más.

Y no les digo más porque es un libro relativamente corto y les arruino la trama. Es una buena adquisición sin dudas.