Hace tiempo tenía ganas de leer este libro, el nombre de la saga y el nombre del libro por si solos eran suficientes para atraer mi atención, pero la portada que bellísima me atrapo más.

En nueva éter, un mundo que solo existe porque el creador así lo ha imaginado, sus semidioses y sus avatares las hadas velan por los ciudadanos de este mundo. Pero en un mundo de equivalencias donde el mal triunfa igual que el bien. También existen las Brujas, hadas caídas corrompidas por mal que solo albergan sentimientos negativos y practican magia negra. El rey Primo Branford nacido campesino, en su juventud encabezo la más grande cacería de brujas, acto que lo llevo al trono y hacer de Arzallum el reino más próspero y a Primo el rey  más grande que el mundo haya conocido. ¿Todo parece perfecto, verdad? pero el terror se oculta, a la espera de poder ascender de nuevo.

Ejemplos del que el mal aun prevalece están los hermanos María y Joao que cuando eran apenas unos niños fueron engañados por una bruja, al hacerles creer que su casa era de dulces pero la casucha a penas y lograba sostenerse, solo pretendió engordarlos con vidrio molido, tierra, astillas de madera... para después comerlos para saciar su hambre. O el caso de la pequeña Ariane que fue de visita a casa de su abuelita pero lo único que encontró cuando llego fue una escena grotesca: un lobo devorando a la indefensa anciana. 

El mal no solo es encarnado por las brujas horrendas, también hay piratas personas comunes, sin magia pero la maldad y crueldad extrema que podrían hacer parecer a las hadas caídas como seres bondadosos. Jamil corazón de cocodrilo, hijo bastardo del terror de los mares James Garfio, si alguien pensaba que el pirata era cruel y despiadado no conocieron a Jamil, que superaba a su padre con creces.

Pero como en toda historia donde hay villanos también están los héroes, los príncipes hijos del rey Primo, son un ejemplo de ello. Alex Terra Branford el príncipe del pueblo, honorable, bondadoso y un luchador por excelencia, su hermano Ansio Branford el príncipe de los nobles. Y a pesar del terror que vivieron María, Joao y Ariane también tienen su respectivo papel en esta parte.

En un libro al principio un poco difícil de seguir, el narrador omnisciente que nos llenada de datos y su forma curiosa de decirlos a algunos no les puede agradar, pero poco a poco te acostumbras, y disfrutas de ellos, esta historia no sería tan grandiosa si no contara con un narrador que te hace pensar en los antiguos bardos y aunque a veces mucho de lo que pasará se ve venir (no es que la historia sea muy predecible, el mismo creador nos da pista de ello) se disfruta y sorprende como si no.

El mundo de los dragones de éter, es muy completo y bastado a la altura de las grandes obras de literatura épica, con una narración que pasa de uno a otro personaje sin cansar al lector. Si, en partes puede ser lento y repetitivo, y en lo personal a veces me fastidiaba eso pero igual siembra la curiosidad para continuar y querer saber que pasara con todos.

Algo que me encanto y medio terror al mismo tiempo fueron los villanos del libro, son de esos que te hielan la sangre solo con leerlos, que te causan pesadillas y hacen que se te enchine la piel. La tripulación de Jamil, y el propio Jamil son piratas de verdad, que llegaban a los puertos a saquear, violar, y matar con una crueldad inmensa, y lo hacen por gusto. Pero no todos los malos son piratas, se encuentran en otras personas y eso fue cruel.

Me gustó esta nueva visión de los cuentos de hadas clásicos, algo tan contado y repetido en libros, películas se convierten en historias diferentes, siniestras y encantadoras. Donde el mal y el bien luchan en una guerra contra las brujas y las brujas internas.

El autor mato muchas de mis esperanzas y sueños(?) (tal vez exagero un poco), pero con dragones de éter nacieron más.